El escultor de la Muerte
Clark Carrados
De repente le pareció que no estaba solo en la cama. Además, había en la estancia un olor extraño, como de algomohoso, una especie de hedor no demasiado pronunciado, aunque losuficientemente desagradable para arrugar la nariz. Dodd volvió la cabeza. Inmediatamente, se puso a temblar. Reconoció el peinador de tules blancos. Pero la prenda cubríaahora lo que parecía una momia.
Année:
1975
Langue:
spanish
Fichier:
MOBI , 609 KB
IPFS:
,
spanish, 1975